LAS LEYENDAS CAMBIAN DE COLOR.




Hoy en día ya no hay jugadores “franquicia”, es decir los colores y el escudo de una camiseta sólo sirven para salir al terreno al campo, lucir la armadura ante los fanáticos y seguir en el ¡juego¡

Cuando hablamos de atletas de alto rendimiento, en el mundo deportivo ya no es posible ver a un solo jugador que se quede en casa, los últimos de esa camada fueron los ingleses Frank Lampard y Steven Gerrard del Chelsea y Liverpool en el balompié Británico.  

En el Futbol Americano de los Estados Unidos los equipos de la NFL buscan por cualquier medio conjuntar a los mejores prospectos juveniles, y jugadores de experiencia para hacer de su franquicia una de las mejores en el emparrillado; pero esta necedad de conjuntar a un “Dream Team” ha dejado en el olvido el verdadero significado del amor a la camiseta.

El caso del receptor abierto “Reggie Wayne” ahora ex jugador de los Potros de Indianápolis, es un ejemplo más de la competitividad en la NFL, ya que sus más de 14 temporadas para los Colts valieron poco ante un gran rival al que Wayne no podrá derrotar, ¡La Edad¡

Como un jugador veterano, su dorsal con el número 87 voló en innumerables ocasiones hasta alcanzar 1,070 recepciones para 14,345 yardas con 82 viajes a la zona de anotación, que lo han convertido en el séptimo mejor receptor de toda la historia.

Naturalmente un jugador de este tipo no se iba a quedar sin equipo y una vez que los Potros lo dejaron en libertad, los Patriotas de Nueva Inglaterra le ofrecieron un contrato por una temporada.

Reggie Wayne firmo con el equipo de Bill Belichick y Tom Brady., y como no hacerlo, si el equipo de Boston ha sido protagonista en la última década.

Así termina una historia más.

Ahora en Indianápolis lloran la partida de uno de sus ídolos y al mismo tiempo les invade el temor porque su receptor estelar ahora se integrará a su archienemigo en la NFL.

 Escrito Por: Francisco Torres

Twitter: @PacoTorresGr

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martes, 25 de agosto de 2015

LAS LEYENDAS CAMBIAN DE COLOR.




Hoy en día ya no hay jugadores “franquicia”, es decir los colores y el escudo de una camiseta sólo sirven para salir al terreno al campo, lucir la armadura ante los fanáticos y seguir en el ¡juego¡

Cuando hablamos de atletas de alto rendimiento, en el mundo deportivo ya no es posible ver a un solo jugador que se quede en casa, los últimos de esa camada fueron los ingleses Frank Lampard y Steven Gerrard del Chelsea y Liverpool en el balompié Británico.  

En el Futbol Americano de los Estados Unidos los equipos de la NFL buscan por cualquier medio conjuntar a los mejores prospectos juveniles, y jugadores de experiencia para hacer de su franquicia una de las mejores en el emparrillado; pero esta necedad de conjuntar a un “Dream Team” ha dejado en el olvido el verdadero significado del amor a la camiseta.

El caso del receptor abierto “Reggie Wayne” ahora ex jugador de los Potros de Indianápolis, es un ejemplo más de la competitividad en la NFL, ya que sus más de 14 temporadas para los Colts valieron poco ante un gran rival al que Wayne no podrá derrotar, ¡La Edad¡

Como un jugador veterano, su dorsal con el número 87 voló en innumerables ocasiones hasta alcanzar 1,070 recepciones para 14,345 yardas con 82 viajes a la zona de anotación, que lo han convertido en el séptimo mejor receptor de toda la historia.

Naturalmente un jugador de este tipo no se iba a quedar sin equipo y una vez que los Potros lo dejaron en libertad, los Patriotas de Nueva Inglaterra le ofrecieron un contrato por una temporada.

Reggie Wayne firmo con el equipo de Bill Belichick y Tom Brady., y como no hacerlo, si el equipo de Boston ha sido protagonista en la última década.

Así termina una historia más.

Ahora en Indianápolis lloran la partida de uno de sus ídolos y al mismo tiempo les invade el temor porque su receptor estelar ahora se integrará a su archienemigo en la NFL.

 Escrito Por: Francisco Torres

Twitter: @PacoTorresGr

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