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SIEMPRE DEPORTES | Miguel Aguirre Castro
Comenzaré citando a Jorge Valdano en la transmisión de la final de la Copa América Centenario, “Messi no juega para ganar, lo hace para que lo perdonen”. Coincido con él porque no hay nada que perdonarle a Lio, qué se le tiene que perdonar al mejor jugador del mundo, quien últimamente ha levantado la mano por su selección y se la ha echado al hombro, mientras sus compañeros no lo apoyan y tienen las fallas más increíbles que puedan existir.
Nunca habíamos visto a un Lionel Messi tan triste, decepcionado e inconsolable. Él era consciente del error que había cometido, sabido de que mucha de la afición en su país no lo quieren incluso lo tienen en el concepto de “pecho frio”. Pero cómo le pueden decir así a un jugador que ha ganado todo. Sí, lo ha ganado con su club, pero no se le puede negar que se ha matado por darle un título a su país, por limpiar la mala imagen que tienen de su persona.
Fácil él pudo haberse inclinado por jugar con la selección española y habría conseguido un mundial y dos Eurocopas, pero como dijo desde chico quería jugar con Argentina. Jugar en un país en donde pocos valoran el gran jugador que es dentro de la cancha defendiendo la albiceleste.
La vida ha sido injusta para el delantero argentino, porque ha ganado todo con el Barcelona donde ha obtenido infinidad de records y trofeos; pero con su selección no ha podido conseguir nada, lo han crucificado de forma grosera. Será que la suerte solo le sonríe en el viejo continente y cuando llega a jugar en su país le hace ver su suerte de que no logrará nada con ellos, cargando esa pesada loza sobre sus hombros.
Al momento de que erró el penal todos pensamos que sería difícil el poder reponerse y como fue durante todo el partido sus compañeros no lo ayudaron a olvidar ese trago amargo, incluso hicieron lo que mejor les salió durante los 120 minutos que fue fallar las ocasiones más claras como paso con Higuain y Biglia.
Termino el partido, pero nadie se esperaba las declaraciones que minutos después haría al finalizar la final, “retirarse de la selección de argentina”, absolutamente a todos nos cayó de sorpresa estas declaraciones, por una parte pudieran ser razonable la decisión que habría tomado en el sentido de lo que ya hemos comentado de no ser valorado como se merece. Una medida bastante precipitada, porque él no se debería de ir del seleccionado argentino, no es culpable de tener compañeros tan incompetentes a la hora de definir frente al arco.
Messi debe de pensar las cosas en frio y darse cuenta que la decisión que toma no es sana para él, para su país y para los que gozamos de su gran calidad futbolística. Comparto mucho lo que decía una manta en el aeropuerto de Argentina cuando arribó la selección, “Messi si jugaras en el cielo moriría por ir a verte”.
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