No es un Clásico más

Siempre Deportes | Jessica Romero Avila.
27 de agosto de 2016.

No es un Clásico más
No es un Clásico más.
Foto: Chivas.

No es el Clásico de una ciudad, es el Clásico de un país. No es un Clásico más. El América vs Chivas cumple 90 años. Es el Clásico del Centenario Azulcrema.
Hoy se cumplen 90 años de clásicos, de lucha por el orgullo, pero también de lucha por campeonatos, en los clásicos se ha buscado siempre la victoria, ya sea en partido de Liga, o pase a finales, en la Liguilla actual, se han buscado campeonatos ante el odiado rival.
Los aficionados de los dos equipos más grandes de México paralizan el país. Sea en Guadalajara o en la Ciudad de México, toda la nación permanece expectante al duelo de la Jornada, al duelo más esperado de todo el torneo.
La afición rojiblanca siempre está presente en el Coloso de Santa Úrsula.
Foto: Jessica Romero.
“No es un partido más, se vive diferente”, escuchamos decir por parte de jugadores de ambos equipos. El aficionado, antes de iniciar el torneo, ya sabe con exactitud el día que se enfrentarán a su acérrimo rival. Es un partido que sea a inicio, mediados o finales del torneo; descarta cualquier estadística o posición en la tabla general.
El Clásico, se ha convertido en espectáculo, donde por igual, hay gran cantidad de protagonistas, como de espectadores. El instinto animal de los seguidores de ambas escuadras reluce alrededor de toda la semana, ese instinto se impone a la razón humana, la ignorancia aplasta a cualquiera que quiere minimizar este encuentro. Toda la semana se especula con los vínculos de identidad águila, o bien, de identidad rojiblanca.
El Azteca luce lleno en el Clásico Nacional.
Foto: Jessica Romero.
No hay mejor cita para un Clásico, que el Estadio Azteca, donde resuena aún, el griterío de ¡gooooool! en cada encuentro entre América y Guadalajara; se evocan los gemidos ante las goleadas antes hechas; suspira de nostalgia ante la gloria alcanzada –por alguno de los dos equipos, claro está-; y retumban los cantos de la hinchada que se da cita para ver a su equipo ganar la batalla.
Y qué decir de la afición, esa que cada torneo se da cita, ondeando banderas, sonando matracas, tronando tambores, explotando luces de colores, gritando sus cantos. Ante ellos, la ciudad se paraliza, se enorgullece, se vislumbran los aportes de cada bando al comienzo del encuentro. Se puede escuchar claramente el ¡Vamos América!, interrumpido a su vez, por el ¡Chivas! ¡Chivas! de los rojiblancos y la rechifla por saber, quién le grita más fuerte al portero contrario. Somos testigos de oraciones, llantos, alegrías, todo en un solo lugar, ¡Benditos Estadios!, una orgía de sentimientos encontrados. El lugar donde conoces amigos y enemigos, con el que compartes un abrazo de gol o bien una humillación del contrario, compartes opiniones, donde para cada hinchada menciona las también clásicas frases de: nosotros somos los más grandes, el verdadero campeonísimo, donde el central siempre estará vendido al rival y el contrario será una bola de tramposos. Es el lugar donde se celebran victorias o se sufren las derrotas, derrotas que duelen más, por ser un Clásico Nacional.
La pasión en este encuentro es magnífica.
Foto: Jessica Romero.
El jugador lo vive de manera diferente, entra con una mentalidad y actitud diferente, entran al campo con la esperanza de convertirse en héroes, más no en villanos.
Como aficionada al Club Guadalajara, puedo decir, que este es un partido diferente, un partido que solo juegan los grandes, un partido, que esta vez, resulta más parejo que en otras ocasiones, el rival, ha dejado ir puntos en casa, casa que a Chivas, le favorece, se arropa de su afición capitalina y se sienten más a gusto, que incluso en Guadalajara. La diferencia entre ambos, es tan sólo de tres puntos, una revancha que pide el Rebaño tras la eliminación el torneo anterior.

Se vive más que un partido, vuelan las apuestas a lo largo de la semana, y cada aficionado da su explicación, del porqué ganará su equipo.
Hoy, veo un duelo parejo, América no muestra el funcionamiento de otros torneos, cuenta con jugadores de gran calidad y por supuesto, tendrán a su capitán, Chivas llega con una baja importante en la defensiva, donde ante la salida de Salcedo y la lesión de Salcido, no queda más que confiar en el jugador fuera de ritmo Alanís, sin embargo ante la delantera letal de las águilas, veremos si Chivas se puede dar estos lujos.
Como aficionada al Rebaño, quiero que gane Chivas, si ganamos será una alegría que dure toda la semana, si perdemos, será un trago amargo de digerir a lo largo de todo el torneo.
Lo que genera un Clásico Nacional.
Foto: Siempre Deportes.

¡Qué gane el mejor! ¡Qué haya buen fútbol! ¡Qué la rivalidad se quede en la cancha!




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sábado, 27 de agosto de 2016

No es un Clásico más

Siempre Deportes | Jessica Romero Avila.
27 de agosto de 2016.

No es un Clásico más
No es un Clásico más.
Foto: Chivas.

No es el Clásico de una ciudad, es el Clásico de un país. No es un Clásico más. El América vs Chivas cumple 90 años. Es el Clásico del Centenario Azulcrema.
Hoy se cumplen 90 años de clásicos, de lucha por el orgullo, pero también de lucha por campeonatos, en los clásicos se ha buscado siempre la victoria, ya sea en partido de Liga, o pase a finales, en la Liguilla actual, se han buscado campeonatos ante el odiado rival.
Los aficionados de los dos equipos más grandes de México paralizan el país. Sea en Guadalajara o en la Ciudad de México, toda la nación permanece expectante al duelo de la Jornada, al duelo más esperado de todo el torneo.
La afición rojiblanca siempre está presente en el Coloso de Santa Úrsula.
Foto: Jessica Romero.
“No es un partido más, se vive diferente”, escuchamos decir por parte de jugadores de ambos equipos. El aficionado, antes de iniciar el torneo, ya sabe con exactitud el día que se enfrentarán a su acérrimo rival. Es un partido que sea a inicio, mediados o finales del torneo; descarta cualquier estadística o posición en la tabla general.
El Clásico, se ha convertido en espectáculo, donde por igual, hay gran cantidad de protagonistas, como de espectadores. El instinto animal de los seguidores de ambas escuadras reluce alrededor de toda la semana, ese instinto se impone a la razón humana, la ignorancia aplasta a cualquiera que quiere minimizar este encuentro. Toda la semana se especula con los vínculos de identidad águila, o bien, de identidad rojiblanca.
El Azteca luce lleno en el Clásico Nacional.
Foto: Jessica Romero.
No hay mejor cita para un Clásico, que el Estadio Azteca, donde resuena aún, el griterío de ¡gooooool! en cada encuentro entre América y Guadalajara; se evocan los gemidos ante las goleadas antes hechas; suspira de nostalgia ante la gloria alcanzada –por alguno de los dos equipos, claro está-; y retumban los cantos de la hinchada que se da cita para ver a su equipo ganar la batalla.
Y qué decir de la afición, esa que cada torneo se da cita, ondeando banderas, sonando matracas, tronando tambores, explotando luces de colores, gritando sus cantos. Ante ellos, la ciudad se paraliza, se enorgullece, se vislumbran los aportes de cada bando al comienzo del encuentro. Se puede escuchar claramente el ¡Vamos América!, interrumpido a su vez, por el ¡Chivas! ¡Chivas! de los rojiblancos y la rechifla por saber, quién le grita más fuerte al portero contrario. Somos testigos de oraciones, llantos, alegrías, todo en un solo lugar, ¡Benditos Estadios!, una orgía de sentimientos encontrados. El lugar donde conoces amigos y enemigos, con el que compartes un abrazo de gol o bien una humillación del contrario, compartes opiniones, donde para cada hinchada menciona las también clásicas frases de: nosotros somos los más grandes, el verdadero campeonísimo, donde el central siempre estará vendido al rival y el contrario será una bola de tramposos. Es el lugar donde se celebran victorias o se sufren las derrotas, derrotas que duelen más, por ser un Clásico Nacional.
La pasión en este encuentro es magnífica.
Foto: Jessica Romero.
El jugador lo vive de manera diferente, entra con una mentalidad y actitud diferente, entran al campo con la esperanza de convertirse en héroes, más no en villanos.
Como aficionada al Club Guadalajara, puedo decir, que este es un partido diferente, un partido que solo juegan los grandes, un partido, que esta vez, resulta más parejo que en otras ocasiones, el rival, ha dejado ir puntos en casa, casa que a Chivas, le favorece, se arropa de su afición capitalina y se sienten más a gusto, que incluso en Guadalajara. La diferencia entre ambos, es tan sólo de tres puntos, una revancha que pide el Rebaño tras la eliminación el torneo anterior.

Se vive más que un partido, vuelan las apuestas a lo largo de la semana, y cada aficionado da su explicación, del porqué ganará su equipo.
Hoy, veo un duelo parejo, América no muestra el funcionamiento de otros torneos, cuenta con jugadores de gran calidad y por supuesto, tendrán a su capitán, Chivas llega con una baja importante en la defensiva, donde ante la salida de Salcedo y la lesión de Salcido, no queda más que confiar en el jugador fuera de ritmo Alanís, sin embargo ante la delantera letal de las águilas, veremos si Chivas se puede dar estos lujos.
Como aficionada al Rebaño, quiero que gane Chivas, si ganamos será una alegría que dure toda la semana, si perdemos, será un trago amargo de digerir a lo largo de todo el torneo.
Lo que genera un Clásico Nacional.
Foto: Siempre Deportes.

¡Qué gane el mejor! ¡Qué haya buen fútbol! ¡Qué la rivalidad se quede en la cancha!




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