Foto IMAGO7 |
Por Martín Bernal
El estratega
Ricardo Antonio La Volpe pasó en seis meses de dirigir al sotanero Jaguares de
Chiapas a estar en el banquillo de las Águilas del América en su centenario.
Así es la
vida, a veces estás abajo y en otras arriba. En el futbol no es la excepción.
En el Clausura 2016, La Volpe encabezó el proyecto de los Jaguares de Chiapas,
equipo al que dejó en la última posición general con tan solo 12 puntos.
Seis meses
después de estar en el infierno de la última posición, recibió la invitación
del Club América para ser su entrenador en el Apertura 2016, el torneo del
Centenario Azulcrema, luego del cese de Ignacio Ambriz.
Desde que
llegó al nido, Ricardo modificó su forma ofensiva de jugar y priorizó el
obtener resultados por encima del futbol vistoso que tanto presumía en el
pasado. Sin embargo, esta nueva táctica le ha valido al argentino para seguir
invicto con las Águilas desde que tomó el mando. Pues no ha perdido un partido
en esta segunda etapa americanista, una etapa que ha estado llena de resultados
positivos, excepto por la eliminación de la Copa MX ante las Chivas en
semifinales (aunque ésta se dio en penales).
El saber lo
que se siente ser sotanero general y de pronto llegar al club más grande del
país han hecho que Ricardo se sienta más libre en su accionar, pues irá invicto
al Mundial de Clubes de Japón y disputará la final de Liga MX ante los Tigres
cuando regrese.
El panorama
pinta perfecto para el “Bigotón” y más ahora que acaba de ser exonerado del
problema que tuvo con la podóloga Belén Coronado cuando aún era entrenador del Guadalajara.
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