Por: Martín Montoya
En un hecho inesperado, la noche del 2 de julio, la luchadora Sexy Star subió al ring de la Arena Coliseo de la Ciudad de México para revelar su rostro frente a los aficionados del boxeo. Y anunciar que cambia la Lucha Libre para meterse al Box profesional.
Es importante porque esta luchadora se había convertido en una de las mejores de la baraja nacional. Incluso, estaba dando de qué hablar en el programa Lucha Underground. Además desde pequeña, se había destacado como toda una deportista en Nuevo León.
Mucho ha deber influido para esta decisión, su esposo Johnny González, un boxeador muy conocido en este país. Y es probable que no haya sido tomada de la noche a la mañana, pues ya tenía tiempo que no se le veía a Sexy en los rings de AAA. Es más, se rumoraba su salida. Pero ya cambiar de deporte, eso ya es otra cosa.
Y más sorprendente es que se haya despojado de su máscara. Dado que muchos gladiadores la ocultan con mucho recelo. En el caso de la regiomontana, le tocó apostarla y conservarla durante muchos eventos. Así que algún cariño le ha de haber tenido a la tapa.
Como luchadora enmascarada, Sexy Star consiguió todo dentro de Lucha Libre AAA, donde ganó cabelleras y campeonatos –principalmente el Reina de Reinas, al cual le dio mucho brillo-. A 9 años de su estancia, esta rubia dejó de aparecer en las carteleras. Y era más común su presencia en eventos públicos, sobre todo en funciones de boxeo al lado de Johnny.
Seguramente está decisión creará mucha polémica tanto por el cambio deporte, como la de despojarse de la incógnita. Pero solamente el tiempo dirá, si fue correcta la decisión que tomó Dulce María García Rivas (nombre real de Sexy Star), acerca de dejar todo lo conseguido en el mundo de la lucha libre, para enfocarse en el pugilismo. ¿Acertará en su desición?
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