Por: Martin Bernal
El partido amistoso entre Alemania y Finlandia sirvió para despedir de la selección teutona, a uno de los mejores jugadores en su historia: Bastian Schweinsteiger. El capitán que en 12 años entregó interesantes dividendos y lo catapultó en 2014 a la cima del balompié mundial, convirtiéndolos en campeones en Brasil hace dos años.
El partido disputado en el Borussia-Park sirvió como preparación, antes de iniciar las Eliminatorias rumbo a Rusia 2018. A pesar de que el juego tuvo lo suyo, la atención principal estaba puesta en Bastian. No obstante, los alemanes terminaron ganando 2-0 con goles de Max Meyer al 55’ y de Mesut Özil a los 77’.
La opción más clara de Finlandia terminó en el travesaño. Pero Alemania respondió con un desborde por la derecha, quedándole el balón a Meyer, quien solo frente a la portería, no perdonó.
El momento cumbre del juego se dio al 66’, cuando el entrenador de ‘Die Manschafft’, Joachim Löw, hizo el cambio para que abandonara la cancha el capitán Bastian Schweinsteiger y recibiera una muy merecida ovación de parte de la afición que presenciaba el partido en el estadio del Borussia Mönchengladbach. Tras esa carretada de aplausos para homenajear al mediocampista, la selección de Alemania cerró el marcador al marcar Özil el segundo gol en una jugada por la banda izquierda, terminando la pelota en las redes (con todo y un desvió del defensor finlandés Arajjuri).
No hubo tiempo para más y el árbitro de Bielorrusia Aleksei Kulbakov, pitó el final del juego con marcador favorable para los teutones, quienes de esta manera se reportan listos para empezar las Eliminatorias, en lo que será el comienzo de una nueva era para ‘Die Manschafft’: la era post-Bastian Schweinsteiger.
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